Queremos contarte un poco sobre cómo fue nuestra metodología para lograr dejar de lado los errores que tantos problemas nos trajeron cuando teníamos la intención y el gran anhelo de cambiar nuestros hábitos alimenticios.
Recordamos hoy con alegría el momento en que tiramos a la basura esos errores y comenzamos a pensar en las posibles prácticas que pudieran ser la respuesta definitiva a nuestro cambio. No vamos a negarte que fue un proceso largo y difícil porque sinceramente podríamos tener profesionales, investigaciones y bibliografía que nos dijera la manera como es una alimentación balanceada y la explicación de los alimentos, pero no encontramos en ese momento una guia clara sobre cómo hacer viables y duraderos estos hábitos en nuestras vidas. Fue así como empezamos de cero, y poco a poco fuimos mejorando la fórmula de estas herramientas que creamos. Podríamos decir que nuestro proceso en el cambio de hábitos alimenticios, que incluso no termina todavía, se dio en varias etapas.
La primera fue la etapa de información, empezamos a descartar alguna que teníamos y que no era tan confiable para empezar a nutrirnos de contenidos profesionalmente validados y reales sobre lo que implica alimentarse bien. Cuando conoces qué te llevas a la boca te haces más consciente. Como buenas nerds que somos te podemos decir que nunca paras de aprender y conocer sobre la alimentación, pero nunca es tarde para comenzar, cuando te haces conocedor de un tema ya no te crees el cuento tan fácil de lo que recomiendas, vez y lees por ahí.
La segunda etapa fue cuándo empezamos a reconocer cuáles eran las formas más fáciles para poder empezar hacer posible nuestro cambio. Les confesamos que esta etapa se desarrolló entre la prueba y el error; algunas cosas que pensábamos que nos servían, luego veíamos no eran tan fáciles. Finalmente pudimos adaptar ciertas prácticas acordes al estilo de vida de cada una que nos empezaron a dejar ver la luz al final del túnel.
La tercera etapa fue una más metódica y, por así decirlo, un poco más difícil de realizar; recuerda todo deseo implica un sacrificio. En ese momento empezamos a pensar en procedimientos y ejercicios que pudieran ser exitosos para que no solo aprendiéramos a implementar unos hábitos de alimentación, sino que además los dejáramos grabados para siempre.
La cuarta etapa, y de la que mas hemos sacado provecho, fue mostrar con gran orgullo esos cambios de hábitos en la alimentación que estábamos logrando. Compartir con los demás tu cambio no es un acto de arrogancia, por el contrario es un acto de valentía y de generosidad que te trae cosas positivas en tu vida y en la de los demás. Ese acto que hace tres años decidimos compartir, hoy es el resultado de nuestro proyecto más valioso Mishmash Ladies.
Ánimo, si te sigues preguntando si lo puedes lograr, nosotras con certeza te podemos decir que sí y lo mejor estamos acá para ayudarte.
Recuerda que Mishmash Ladies siempre está trabajando para ayudarte a ti y a todo aquel que quiera buscar un cambio en sus hábitos, a través de nuestro curso online o el programa "BIEN-ESTAR".